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miércoles, 14 de abril de 2010

SALA DE TRATAMIENTO

El recuerdo de la náusea
flota y oscurece antes de pararse
ante la mano minúscula de una intención.
Y cada vez que voy a mear ahí está el mismo rostro de sombra.
Pincha, pincha y quema.
Una anciana cree que cose un jersey
cuando en realidad está jugando
con los tubos que van del catéter
a la bolsa de sangre o medicamento.
Otra anciana esconde el tocino en sus axilas,
y cuando nadie se da cuenta
le pega un bocado.
Y las paredes están limpias
y hay aire acondicionado/calefacción,
y mi mente tararea y sonríe
mientras el medicamento quiere matar
y la sangre quiere...
¿qué querrá la sangre?

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