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domingo, 19 de septiembre de 2010

la rutina me quejo mis quejas son como gotas de lluvia

me caigo por un agujero del diván, porque estoy nervioso ante la ola gigante que es la presencia de la oscuridad amable, me vencen las células violentas y los venenos protocolarios, mis brazos tienen moratones y yo me quiero perder, me comería un aguacate con mayonesa y unas gambas fritas, sueño que tengo telekinesis y voy al psiquiatra y muevo las cosas de su escritorio, juego con los vientos y los vientos me traen un idioma de suspiros lentos, también hay gritos como explosiones, las televisiones me torturan, las intento siempre esquivar, hay recuerdos desperdigados por las calles y rituales ficticios que me invento, no sé si sirven, me embriago Baudelaire en serio me embriago hasta la hora de volverme a embriagar, la perfección no satisface, bueno quizás a un berberecho que está tan relajado hasta que lo pescan, cuando hay niños pequeños delante de un semáforo en rojo y no pasan coches uno cruza y se siente como si los niños fueran a decirles a los padres "mira, ese cruza en rojo", a veces me quedo quieto hasta que se ponga verde aunque no pase más que la bola de paja y basura de los westerns, en serio mi barrio parece un pueblo fantasma y hay un montón de cowboys que se comunican moviendo las cejas, el consumismo, el azúcar, el colesterol, el banco, la paloma, luces de los coches, la locura es reversible por si llueve y me siento siempre debajo de un manzano por si me cae una manzana o una idea, hago hipótesis sobre lo que piensa la gente y llego a conclusiones extremas, en sueños me lo paso muy bien hasta que se convierte en pesadilla, el subconsciente me come, un día de estos me voy a caer de lo que me pesan los pensamientos, yo intento fluir pero siempre está el crítico elíptico al que llaman también alucinación auditiva pero me atiborrarían de pastillas y seguiría escuchándolo lo sé lo que quiero hacer es no prestar atención a ciertos comentarios de mis alucinaciones, otras sin embargo me dan la razón en lo que pienso y no buscan juegos sucios, simplemente me hablan como por placer y se forma una fiesta dentro de mi cabeza, lástima que no haya aguacates en la nevera, lástima que las calles sean calles excepto las peatonales y vivan los pajarillos, solemos decir "ey, que viene el autobús" y no decimos "ey, que viene el pajarillo con su cántico" pero bueno hay gente que toma el café con azúcar y otros sin y en mi opinión todos tenemos la cara de la luna y a mí me da vergüenza despertarme, no hay aguacates pero seguro que encuentro algo en la nevera y eso da tristeza que haya gente que no encuentre nada en la nevera tanto de alimento físico como anímico, artistas plasmad las asperezas, las esquinas, los balazos, las bombas, plasmad también las parras verdes, los estanques y las huídas dejad vuestra huella en ello y todos dirán ohhhhhhhh los suspiros son de un incalculable valor sobre todo temporal van a devorarnos los magnates los magnates los magnates toma bomba y aquí construyo un hotelito toma bomba y aquí construyo un ano conceptual moderno y bancos individuales, nos devoran los magnates, nos lamen con palabras sucias y hay cosas peores, sí, hoy me quejo y no me importa si esto no lo lee nadie un desahogo como dicen, la rutina y mañana otra vez al hospital, leñe, y ni siquiera un aguacate y no sé nada de ella eligió otros caminos y volvió y despareció y todas las chicas son muy guapas y todos los chicos están dispuestos y se embriagan bien, soy un cascarrabias, frunzo el ceño, soy Billy the Kid versión zombi sin armas más que mi pensamiento, ojalá estuviera en una estación espacial bebiendo algo sabor a coco o maracuyá y mirando como habla la gente de alrededor con una ventana a las estrellas y los planetas sin nada que hacer, me iré en mi nave de cartón en busca de aventuras pedaleando pedaleando hasta pisar el horizonte, es broma sólo iré al supermercado y compraré aguacates

1 comentario:

Ana Sánchez dijo...

Los magnates nos arrojarán amplios dividendos afilados.

(Nota: Eres muy bonito. Sé que esto es una forma de comentar algo compulsiva, pero es que lo eres). Sólo faltaría intentar no sufrir más a menudo. No sufrir, no sufrir no sufrir. Piensa en los terminales de tus neuronas, adictas a determinadas sensaciones, que no pueden catalizar no sé qué. No recuerdo muy bien cómo era, pero cuando recuerdo que soy adicta al miedo me consuelo algo y se me pasa. Porque prefiero ser adicta al jaco, puestos a catalizar.